Con 31 metros de largo por 15 de ancho y una superficie fotovoltaica de 500 metros cuadrados, el “PlanetSolar” es la primera embarcación que se ha construido con estas características y con la que se quiere demostrar las posibilidades de las energías renovables.
Si ve atracar al PlanetSolar a un puerto cercano a su ciudad no se extrañe. No es un OVNI ni nada parecido. Es un barco como otro cualquiera, pero con alguna que otra particularidad como es la alimentación a través de la energía solar, lo que convierte a este gigante en la embarcación más grande del mundo que consigue moverse gracias a las tecnologías renovables.
Con 31 metros de largo por 15 de ancho y una superficie fotovoltaica de 500 metros cuadrados, el “PlanetSolar” es la primera embarcación que se ha construido con estas características y con la que se quiere demostrar las posibilidades de las energías renovables.
Desarrollado por un equipo internacional de ingenieros, físicos y constructores navales, la energía para navegar la obtiene de unas 38.000 placas solares, que presentan una eficiencia de, al menos, el 22 por ciento, la más alta de las que se comercializan. Dotado de dos hélices de carbono el doble de grandes de lo normal para una nave de su tamaño y que harán también la función de timón, el catamarán es propulsado por cuatro motores eléctricos con una potencia de 176 kilovatios, aunque con un consumo ideal de sólo 20 kilovatios por hora.