Los resultados se publican en el número de febrero de la revista OCU-Compra Maestra. Este estudio de kits con batería complementa a un estudio similar publicado en octubre, en este caso realizado sobre kits fotovoltaicos sin batería. Las conclusiones para uno y otro sistema son las mismas, el autoconsumo empieza a ser rentable. Y ello es debido entre otros factores a la subida constante del precio de la luz. OCU afirma que la factura eléctrica se ha encarecido un 56% de media en los últimos ocho años, se trata además de una situación que no tiene visos de cambiar.
En este escenario, con un precio de la electricidad tan elevado, hay sin embargo una noticia positiva para aquellos consumidores que puedan y deseen optar por soluciones de autoconsumo: los kits fotovoltaicos son ahora más rentables que nunca. Estos kits permiten ahorrar generando su propia energía o incluso, con el equipamiento necesario – baterías de acumulación – pueden desconectarse de la red eléctrica. Esta alternativa energética es viable sobre todo para en viviendas independientes, adosados o cualquier otro tipo de vivienda que dispongan del espacio necesario para instalar dichos kits. OCU estima que para cubrir el consumo anual de una familia española media (3.500kWh) harían falta 8 paneles fotovoltaicos, tienen una dimensión total de 13 y esta instalación tendría un coste total de unos 7.000€, incluyendo la instalación y los 800€ de legalización.
El tiempo de amortización de este Kit sería de poco más de 10 años, si los costes de legalización se eliminasen o fueran inferiores resultaría aún más interesante. El impacto en la amortización de los costes de legalización tiene especial repercusión en kits de menor tamaño que cubren solo parte de la energía diaria necesaria, y donde el plazo para conseguir la amortización puede elevarse desde los 13 a incluso los 30 años, ya que el coste de instalación suele ser mayor que el propio coste del equipo, algo que no parece que tenga mucho sentido. OCU recomienda que si se quiere optar por “desenchufarse” de la red disponer de un sistema de apoyo como un grupo electrógeno de gasóleo o un pequeño molino de viento para aquellos días con menos sol o cuando haya necesidades mayores de energía como en invierno.