Bajo el título ‘Hacia un nuevo modelo energético para el viejo continente’ la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) organiza el 11 de noviembre en Madrid la II Jornada Internacional Anpier. Que “España es diferente” al resto de Europa, lo saben bien los productores fotovoltaicos que han asistido a un “linchamiento público”.
Anpier se ha propuesto analizar el escenario energético europeo, conocer la implantación y la proyección de las tecnologías renovables, en especial la fotovoltaica, y comparar las certidumbres regulatorias europeas frente a la retroactividad en España y sus consecuencias. Así presenta la organización esta II Jornada Internacional Anpier.
La certidumbre de las devastadoras consecuencias del cambio climático motivaron actuaciones normativas urgentes por parte de la Unión Europea que, a través de los Objetivos 2020, impuso un objetivo claro a sus Estados miembros: alcanzar una cuota de renovables del 20% sobre el consumo total de energía.
Cada Estado tuvo libertad para cumplir con dicho mandato, y se implantaron marcos normativos muy similares en todos los países, que ofrecían certidumbres y seguridad jurídica para todos aquellos que decidieran contribuir con sus ahorros al desarrollo del nuevo modelo energético europeo. Conforme las instalaciones fueron cumpliendo sus objetivos, sustituyendo megavatios contaminantes y madurando estás tecnologías, los sistemas de primas fueron reduciéndose hasta su desaparición.
A día de hoy, transcurridos tan solo uno pocos años, las empresas y familias europeas que asumieron esta encomienda han cumplido con su parte del acuerdo y las sociedades europeas pueden disponer ya de energía limpia a precios reducidos, que serán exiguos en los próximos años. La legitimidad medioambiental, social y económica de los sistemas de primas a las renovables no se ha cuestionado en ningún lugar de Europa.
Sin embargo, en España, que fuera referente en estas tecnologías, hemos asistido a la estigmatización y linchamiento público de las renovables y la fotovoltaica, a las que se responsabiliza de todas las deficiencias de un escandaloso sistema eléctrico. Las renovables no sólo han servido de chivo expiatorio de las irregularidades normativas, sino que además, con los recortes retroactivos impuestos, se expulsa del sistema a este nuevo modelo de productor, pequeña empresa y ciudadano, y se disuade a otros potenciales competidores. Dándose la paradoja de que la inseguridad jurídica sí tiene beneficiarios: aquellos que se pudieran considerar blindados frente a los vaivenes normativos.
Ahora que las familias fotovoltaicas habían derribado las barreras tecnológicas para entrar a producir energía y dejar de ser pasivos paganos de facturas incomprensibles, a este lado de los Pirineos se levantan trincheras normativas... Mientras ¿qué ha pasado en Europa? ¿Cómo están evolucionando el resto de mercados? ¿Se garantiza la seguridad jurídica y el acceso de nuevos actores a la producción de energía?
La jornada está dirigida a productores e inversores en renovables, empresas y profesionales, embajadas y cuerpos diplomáticos, despachos de abogados, administraciones, universidades y centros de investigación, medios de comunicación y ciudadanos en general.
Tendrá lugar el 11 de noviembre, en horario de mañana. La asistencia es gratuita y el aforo limitado, y las inscripciones se pueden hacer a través de:
91 133 68 77