Los acumuladores para placas solares pueden ser básicamente de dos tipos para aprovechar la energía solar fotovoltáica para generar electricidad , o para la energia solar térmica para generar agua caliente sanitaria.
Acumuladores energía solar fotovoltáica: para generar electricidad
Acumuladores energía solar fotovoltáica: para generar electricidad
En el caso de la energía fotovoltáica estos acumuladores consisten en diferentes tipos de baterías solares que van almacenando la energía para gastarla o consumirla más tarde. Es práctico, por ejemplo, en una casa aislada donde no llega el tendido eléctrico. Se va acumulando energía durante el día para utilizarla por la noche, cuando la producción es imposible porque no tenemos luz del sol.
Hay diferentes tipos de acumuladores para placas solares.
- Las baterías AGM son las más frecuentes en instalaciones pequeñas.
- Las baterías de gel son las más cómodas porque no necesitan mantenimiento, y además su vida útil es más larga que la de los acumuladores convencionales.
- Las baterías de plomo-ácido cuando se necesita acumular grandes cantidades de energía procedente de la instalación de placas solares, las mejores
Con la energía solar también se puede generar agua caliente sanitaria. La ventaja es que no tendrás que consumir electricidad o gas para calentar el agua de la cocina o el baño.
Consiste en almacenar la energía térmica en un depósito de acumulación para su posterior utilización. El agua caliente obtenida mediante el sistema de captación, es conducida hasta donde se va a utilizar. Puede ser directamente, como es el caso del calentamiento del agua de una piscina.
En aplicaciones de ACS a demanda no siempre coincide con el momento en el que hay suficiente radiación.
El sistema de acumulación está formado por uno o más depósitos de agua caliente. La dimensión de los depósitos de almacenamiento deberá ser proporcional al consumo estimado y debe cubrir la demanda de agua caliente de uno o dos días.
El almacenamiento de energía térmica puede ser desarrollado de diversas formas: calor sensible contenido en un medio líquido o sólido, calor de fusión de sistemas químicos o mediante reacciones químicas reversibles. Para producción de agua caliente se emplea el calor sensible contenido en la propia agua a través del empleo de un acumulador de agua caliente. Ofrece las ventajas de su elevada capacidad térmica, bajo coste, alta disponibilidad, nula toxicidad e inflamabilidad.
Los requisitos generales que debería cumplir un acumulador son:
- Alta capacidad térmica del medio de almacenamiento.
- Elevada resistencia dentro de los rangos de presión y temperaturas de trabajo.
- Larga durabilidad.
- Buen aislamiento térmico.
- Adecuado posicionamiento de las tuberías de conexión.