El continuo aumento del consumo energético en el mundo derivado de un extraordinario crecimiento de la población mundial, los cada vez más elevados costes de las energías fósiles junto al crecimiento del consumo “per capita†de estos recursos obliga a una constante búsqueda de nuevos recursos energéticos que puedan satisfacer dicha demanda, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo o de diversidad.
Aunque existen muchas alternativas energéticas, algunas de ellas no han sido aún suficientemente utilizadas, bien por limitaciones técnicas o económicas, habiendo otras que apenas se han desarrollado o lo han hecho sólo parcialmente.
De hecho la mayor parte de la energía se obtiene a partir de los llamados combustibles fósiles, compuestos principalmente por el petróleo y sus derivados (gasolinas, gasoil, keroseno, fueloil, etc.), el gas natural y el carbón.
El consumo masivo de dichos combustibles fósiles, la mayoría de ellos hidrocarburos está produciendo alteraciones medioambientales a nivel mundial, como resultado de las emisiones que producen. Así, son los causantes de la denominada lluvia ácida, que deriva en grandes daños al suelo, y en consecuencia a la flora y fauna. Y en las grandes ciudades también se producen efectos indeseables, nocivos y molestos, debidos a la combinación de las emisiones de gases de combustión con algunos otros fenómenos naturales, tales como el smog o concentraciones excesivamente elevadas de componentes indeseables en la atmósfera.
El “freno†más característico que está teniendo el hombre para la realización de un mayor desarrollo de energías no contaminantes y respetuosas con el medio ambiente es la gran dependencia de la energía que tiene, ya que en nuestros orígenes el crecimiento industrial se realizó independientemente de sus consecuencias.
Hoy en día existe una creciente concienciación, y gracias a la existencia de nuevas normativas y acuerdos, la situación de obtención energética intenta cambiar, casi obligados por los precios desorbitados que empiezan a tener los combustibles fósiles, debido a nuestro cada vez mayor consumo y a su cada vez mayor escasez, pero es un paso. Incluso a pequeña escala, se buscan nuevas leyes y subvenciones para que las familias vayan cambiando sus sistemas de climatización y entre todos colaboremos en este cambio.
Desde Suelo Solar fomentamos las energías renovables como ayuda al ecosistema, basándonos también en la rentabilidad de una inversión, ya que no sólo se puede llevar a cabo, en la mayoría de los casos, por la concienciación de las personas única y exclusivamente; este interés debe ser promovido a la vez por el motor que realmente mueve el mundo: el dinero, y aquí concretamente en el ahorro económico que ésta inversión les pudiera facilitar en un periodo (como mucho) medio de plazo.
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