El ahorro energético y la eficiencia energética se definen como el acto de efectuar un “gasto de energía menor del habitual”, es decir, consiste en reducir el consumo de energía mediante actuaciones concretas, pero manteniendo el mismo nivel de confort.
El ahorro energético conlleva un cambio en los hábitos de consumo; en ocasiones bastaría con eliminar los hábitos que despilfarran energía.Ahorro energético es, por ejemplo, algo tan sencillo como apagar las luces al salir de una habitación.
La eficiencia energética es el hecho de minimizar la cantidad de energía necesaria para satisfacer la demanda sin afectar a su calidad; supone la sustitución de un equipo por otro que, con las mismas prestaciones, consuma menos electricidad.
No supone, por tanto, cambios en los hábitos de consumo, el comportamiento del usuario, en este caso, sigue siendo el mismo, pero se consume menos energía ya que el consumo energético para llevar a cabo el mismo servicio es menor.
Eficiencia energética es, por ejemplo, utilizar una lavadora de “clase energética A”, la que menos consume en la clasificación de electrodomésticos, en lugar de una lavadora de “clase energética G”, la que más consume.
No se cambia la pauta de consumo, se sigue lavando lo mismo, asiduidad en los lavados, programa de lavadora, etc., pero se consume menos energía; se logra un ahorro porque, haciendo lo mismo, una lavadora de clase energética A consume menos que una de clase G.
Para reducir al máximo el consumo energético habría que aunar medidas de ahorro y eficiencia energética. Una acción que combina ambas medidas sería, por ejemplo, utilizar una lavadora de “clase energética A” con medidas de ahorro energético.
Por ejemplo podemos usar los programas cortos de lavado, asegurarnos de que se llena la lavadora, no se hace un lavado con la lavadora medio vacía, y se utiliza agua fría. Todas estas medidas permiten ahorrar energía al utilizar las lavadoras.
De esta forma conseguiremos un ahorro doble y todo gracias a la combinación de la eficiencia energética con el ahorro energético. Este ahorro doble viene, en primer lugar, ya que por un lado estamos ahorrando porque con nuestro comportamiento se reduce el consumo.
Este primer aspecto del doble ahorro es el que tendría que ver con el ahorro energético. Por su parte, además, cuando ponemos la lavadora en marcha,ahorramos electricidad al estar usando un equipo más eficiente, lo que tiene que ver con la eficiencia.
En definitiva, se deben evitar procesos inadecuados, tecnologías poco eficaces y comportamientos derrochadores. No se trata, como muchos intentan señalar para criticar estas medidas, de disminuir la calidad de vida, sino de mantenerla, e incluso aumentarla.